Max y los chatarreros (1971)
Título original: Max et les ferrailleurs
País: Francia
Director: Claude Sautet
Guion: Claude Sautet, Jean-Loup Dabadie Novela : Claude Néron
Música: Philippe Sarde
Fotografía: René Mathelin
Intérpretes: Michel Piccoli, Romy Schneider, Georges Wilson, Bernard Fresson, François Périer, Boby Lapointe, Michel Creton, Hednri-Jacques Huet, Jacques Canselier
Productora: Coproducción Francia Italia – Lira Films, Sonocam, Fida Cinematografica
Año de producción: 1971
Duración: 01:46:35
Género: Drama, Romance, Crimen, Policiaco, Prostitución, Robos y atracos, Neo-noir
Sinopsis:
Cansado de la injusticia diaria con los delincuentes, el juez Max (Michel Piccoli) abandona su carrera y se convierte en detective. En uno de sus casos ha de detener a una peligrosa banda por lo que decide infiltrarse como miembro. Conocerá entonces a Lily (Romy Schneider), la novia prostituta del jefe de la banda. Pronto una inevitable atracción comienza a surgir entre ambos.
Versión: Dual + subtítulos españoles
Formato: .avi
Calidad: DVDrip
Tamaño: 1.36 GB
Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y un poco de rollo de mi cosecha
Adaptación cinematográfica de la novela de Claude Néron que constituye la segunda de las cinco colaboraciones de la actriz Romy Schneider con el director Claude Sautet ; es también la segunda entrega de la trilogía sobre el amor en situaciones de crisis formada por “Las cosas de la vida”, filmada un año antes, y “Ella, yo y el otro”, rodada en 1972.
Director y actriz todavía harían juntos otras dos películas: “Mado”, en 1976, y “Una vida de mujer” en 1978.
Miquel, de Palma de Mallorca, el 2 de Octubre de 2010, escribió lo siguiente en Filmaffinity.
MAX
Segunda entrega de la trilogía de Claude Sautet sobre el amor en situaciones de crisis y primer film del autor que lleva al título el nombre del protagonista. El guion, de Claude Sautet, Claude Néron y Jean-Loup Dabadie, adapta la novela del mismo título de Claude Néron. El film se rueda en exteriores de Paris y Lille (Francia) y en estudio. Producido por Raymond Danon y Roland Girard, se estrena el 17-II-1971 (Francia).
El realizador expone un drama psicológico basado en obsesiones, antiguas
frustraciones y posiciones intransigentes de un personaje misterioso, solitario
y reservado. Le atormenta la falta de eficacia de la justicia frente a la
proliferación de la delincuencia profesional que se da en Francia a finales de
los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado.
La historia, bien hilvanada, es substanciosa y entretenida, aunque algo críptica. Construye unos personajes principales que define con inteligencia, agudeza y riqueza de matices, por lo que resultan convincentes y devienen polos de atracción del interés del público. Es muy interesante, en opinión del que escribe, la descripción que se presenta del estado de desolación y confusión de un personaje cuando se enfrentan deseos y realidad. Se presenta construido con cariño y ternura el personaje de Lily (Schneider), la prostituta independiente, que llena la pantalla de encanto y espléndida sensualidad.
El film deviene una crítica del puritanismo, la manipulación y las propuestas según las cuales el fin justifica los medios. Muestra cómo tras la fachada de la austeridad y los buenos deseos se ocultan a veces la fragilidad y la debilidad humana.
La acción tiene lugar en Nanterre (Francia) en 1970. La narración es intensa,
fluida y contundente, aunque se hace densa y espesa en algunas ocasiones y
excesivamente prolija en la acumulación de detalles. La exposición se
desarrolla mediante planos cortos y encuadres precisos y ricos en significado.
El cromatismo sobrio rompe su tónica general para destacar con colores
saturados (rojo, azul celeste, azul marino...) la figura de la protagonista. La
música, de Philippe Sarde, aporta un tema principal inquietante y melancólico,
a tono con la atmósfera del film.
Film correcto, interesante y recomendable.
Miquel
Y esto es lo que opinaba Coppola, de Madrid, el 12 de febrero de 2013
Claude Sautet es uno de los grandes realizadores de la historia del cine que han caído en el olvido. Autor de una trilogía sobre las relaciones de pareja que le dio la fama: “Las cosas de la vida” (1970), “Max y los chatarreros” (1971) y “César y Rosalie” (1972) traducido en español como “Ella, yo y el otro”, y ya en los últimos días de su carrera de dos magníficas películas : “Un corazón en invierno” (1992) y “Nelly y el Señor Arnaud” (1995).
Romy Schneider uno de los rostros claves del melodrama , como ejemplo la
película “Lo importante es amar”, trabajó con Sautet en cinco ocasiones; aparte
de la trilogía mencionada también protagonizó “Mado” (1976) y “Una historia
simple”, en España titulada “Una vida de mujer” (1978).
La película, una curiosa mezcla de cine negro y melodrama, como casi todas las película francesas es una película de personajes, los personajes son más importantes que el argumento.
Con un excelente guion y unos personajes muy definidos: Max como inspector de
policía, y Lily como la bella prostituta; secundado por otros personajes como
Abel el novio de la prostituta , el comisario y Rosinsky (otro policía); a los
que hay que añadir la pequeña banda de chatarreros. .
Sautet dirige con sensibilidad y eficacia apoyándose en buenos diálogos y en el
excelente trabajo de cuantos proponen el reparto destacando Michel Piccoli que
realiza una soberbia interpretación como Max, muy bien secundado por Romy
Schneider, extraordinariamente atractiva; a destacar en un cometido secundario
la estupenda interpretación de Francois Périer y el sorpresivo y romántico
final.
En suma película de personajes en la que destaca la soberbia interpretación de los actores y la sutil y delicada dirección de Sautet, y que por mi parte aprovecho, una de las razones para hacer esta crítica, para a dar a conocer a unos de los mejores y más desconocidos directores del cine francés.
Coppola
Muchas gracias Paco por el aporte. Muy buena película.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Gracias a ti, Eladio. A mí también me parece una muy buena película.
EliminarMe alegro de que te guste.
Un saludo cordial.