Elena y los hombres (1956)
Título original: Elena et les hommes
País: Francia
Director: Jean Renoir
Guion: Jean Renoir,. Jean Serge
Música: Joseph Kosma
Fotografía: Claude Renoir
Intérpretes: Ingrid Bergman, Jean Marais, Mel Ferrer, Jean Richard, Juliette Greco, Pierre Bertin, Dora Doll, Frédéric Duvallès, Renaud Mary, Albert Rémy, Jacques Morel, Jean Claudio, Mirko Ellis, Jacques Hilling, Jacques Jouanneau, Elina Labourdette, Olga Valéry, Gerard Buhr, Georges Hubert, Magali Noël, Francine Bergé
Productora: Coproducción Francia-Italia; Les Films Gibé, Franco London Films
Año de producción: 1956
Duración: 01:38:23
Género: Drama, Comedia, Romance, Comedia romántica
Sinopsis:
En el París de la Belle Epóque, Elena (Ingrid Bergman), una joven aristócrata polaca, se encuentra en la ruina más absoluta. Para intentar paliar esta situación deberá aceptar de manera forzosa la propuesta de matrimonio de un acaudalado fabricante de zapatos: Martin Michaud (Pierre Bertin). Sin embargo durante la celebración de la toma de la Bastilla, Elena conocerá a un elegante conde, Henri de Chevincourt (Mel Ferrer) y al rudo General Rollan (Jean Marais), quienes, cautivados por su extraordinaria belleza, tratarán por todos los medios de conquistarla.
Versión: VO + subts. españoles incorporados
Formato: .mkv
Calidad: BRrip
Tamaño: 4.29 GB
Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y un poco de rollo de mi cosecha
Jean Renoir
El segundo hijo de Aline Charigot y del pintor Pierre-Auguste Renoir, Jean Renoir nació el 15 de septiembre de 1894, en el distrito parisino de Montmartre, pero siendo niño toda la familia se trasladó al sur de Francia.
Tanto él como los demás miembros de la familia fueron a menudo modelos y objeto de los cuadros de su padre. La desahogada situación económica de la familia posibilitó que el joven Jean se educara en los mejores centros de los que, como él mismo dejó escrito, se escapaba con frecuencia.
Al comenzar la I Guerra Mundial sirvió en Caballería hasta que fue herido de bala en una pierna, lo que le dejó secuelas permanentes.
Mientras convalecía de la herida recibida se aficionó al cine viendo películas de Charles Chaplin. Terminada la guerra, y siguiendo los consejos de su padre, se dedicó durante un tiempo a realizar objetos de cerámica, pero la afición por el cine fue más fuerte que los consejos paternos y comenzó a hacer películas.
En 1924 dirigió la primera de sus nueve películas mudas:
-Catherine (Una vida sin alegría)
-La hija del agua (La Fille de l’eau)
-Nana
-Sur un air de Charleston (Corto)
-Marquitta
-La cerillera (La petite marchande d’allumettes) (corto)
-Tire au flanc
-Le tournoi dans la cité
-Le bled
la mayoría de ellas protagonizadas por su primera esposa, Andrée Heuchling, que había sido modelo de su padre y a quien cambió el nombre por el de Catherine Hessling. Decidido a continuar haciendo cine (y a hacer de su esposa una estrella) y puesto que sus primeras películas no le reportaron beneficio económico alguno, comenzó a vender cuadros de los que había heredado de su padre para financiar su afición.
En la década de 1930 dirigió sus primeros films sonoros que fueron éxitos rotundos: “Hay que purgar a Bebé, “La golfa (La chienne)" y “ Boudu salvado de las aguas]”. Hacia mediados de esta misma década simpatizó con el Frente Popular y varios de sus films reflejan su postura: “El crimen de Monsieur Lange” (1936), “La vie est à nous” (La vida es nuestra) (1936) y “La Marsellesa” (1938). Pero fue en 1937 cuando rodó la que fue quizá su película más conocida: “La gran ilusión”, protagonizada por Erich Von Stroheim y Jean Gabin, que consiguió un enorme éxito pero que fue prohibida en Alemania y, posteriormente, a pesar de haber ganado un premio en el Festival de Venecia, también en Italia.
Su siguiente película, “La bestia humana”, en 1938, se basó en la novela del mismo título de Émile Zola.
Con el éxito comenzando a sonreírle ya tuvo libertad para rodar lo que se le antojase. Y en 1939 se le “antojó” rodar una absoluta obra maestra: “La regla del juego”, una divertida sátira de la sociedad francesa contemporánea, en la que él mismo se reservó un importante papel. Sin embargo, la acogida del público fue fría y la película sufrió sucesivos montajes buscando el éxito que de momento no llegó…
Poco después del comienzo de la segunda Guerra Mundial el film fue prohibido. Se levantó la prohibición en 1940 pero, tras la caída de Francia volvió a prohibirse. Poco después, a consecuencia de un ataque aéreo de los aliados, el negativo fue destruido y no fue sino hasta la década de 1950 cuando, con la colaboración del propio Renoir, se consiguió recuperar y reconstruir una copia.
Pocas semanas después del desastroso estreno de “La regla del juego”, Renoir se trasladó a Roma con Dido Freire, su segunda mujer, para escribir el guión de una versión cinematográfica de “Tosca”, que tuvo que suspender cuando, en 1939, hubo de regresar a Francia para incorporarse al ejército.
A la edad de 45 años con el grado de Teniente en el Servicio Cinematográfico del Ejército Francés, fue enviado de nuevo a Italia, a enseñar en el “Centro Sperimentale di Cinematografia”, en Roma, volviendo a hacerse cargo del proyecto abandonado. Italia aún no había entrado en guerra, y el Gobierno francés pensó que esta colaboración cultural podría facilitar las relaciones entre los dos países. No fue así, y Renoir regresó a Francia abandonando definitivamente el rodaje, que continuó Carlo Koch, que es quien figura como director (uno de los ayudantes de dirección fue Luchino Visconti).
Tras la invasión de Francia por las tropas alemanas Jean Renoir y su esposa partieron hacia Estados Unidos pero, al menos al principio, tuvo dificultad para encontrar proyectos apropiados hasta 1943, cuando coprodujo y dirigió “Esta tierra es mía”, película anti nazi protagonizada por Maureen O’Hara y Charles Laughton.
En 1945 y 1947 rodó, respectivamente “Memorias de una doncella/Diario de una camarera”, adaptación de la novela de Mirabeau, y “Una mujer en la playa”, pobremente acogidas por crítica y público. Fueron las dos últimas películas que realizó en Estados Unidos, de donde se había hecho ciudadano.
En 1949 viajó a la India para rodar su primera película en color: “El río”, presentada en el Festival de Venecia donde ganó el premio internacional del jurado.
Tras su regreso a Europa rodó tres comedias (que podrían considerarse "musicales" ya que canciones y baile forman parte de las tres) en Tecnicolor: “La carroza de oro”, con Anna Magnani, en 1953; “French Cancan”, en 1955, protagonizada por Jean Gabin y María Félix y “Elena y los hombres” en 1956, con Ingrid Bergman, Jean Marais y Mel Ferrer.
“Comida en la hierba” y “El testamento del Dr. Cordelier”, en 1959, “El cabo atrapado” (Le caporal épinglé) en 1962 y “ Le petit théâtre de Jean Renoir” en 1969, fueron sus cuatro últimos films, tras los cuales, al no encontrar financiación para sucesivos proyectos, se retiró a su casa de Beverly Hills y se dedicó a escribir, además de alguna novela, sus memorias.
Precisamente en sus memorias “Mi vida y mi cine” (Publicado por Ediciones Akal) Renoir cuenta la influencia que siempre ejerció sobre él su prima Gabrielle, quien se había trasladado a vivir con la familia poco después del nacimiento del pequeño Jean. Ella colaboró activamente en su educación y le introdujo en el mundo del teatro llevándole con frecuencia a las funciones de Guignol en el Montmartre de su niñez, donde el pequeño aprendió “a descubrir el rostro que se esconde tras cada máscara”. Finaliza sus memorias con las palabras que tantas veces, de niño, dirigió a su prima: “Espérame, Gabrielle”.
El
pequeño Jean Renoir con su prima Gabrielle, pintados por Pierre-Auguste Renoir
Le fue concedido, en 1975, el Óscar honorífico por su contribución a la historia del cine.
Falleció en Beverly Hills, el 12 de febrero de 1979. Sus restos fueron trasladados a Francia y enterrados en el panteón familiar en el pequeño cementerio de Essoyes, en Aube.
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