En legítima defensa (1947)


 

Título original: Quai des orfèvres

País: Francia

Director: Henri-Georges Clouzot (H.G. Clouzot)

Guion: H.G. Clouzot, Jean Ferry. Novela: Stanislas-André Steeman

Música: Francis López

Fotografía: Armand Thirard

Intérpretes: Suzy Delair, Bernard Blier, Louis Jouvet, Simone Renant, Jean Daurand, Pierre Larquey, René Blancard, Charles Dullin, Robert Dalban, Raymond Bussières, Dora Doll

Productora: Majestic Films

Año de producción: 1947

Duración: 01:42:38

Género: Suspense, Drama, Crimen, Policiaco, Celos

 


Sinopsis:

 

Marguerite Chauffournier Martineau, de nombre artístico Jenny Lamour (Suzy Delair), quiere el éxito a cualquier precio. Su marido, Maurice Martineau (Bernard Blier), es el pianista que la acompaña en sus actuaciones. Un tipo bueno, pero excesivamente celoso. Y Jenny no se lo pone fácil, pues le gusta coquetear con sus admiradores.

 

Cuando Maurice se entera de que uno de esos admiradores es Georges Brignon (Charles Dullin), un empresario con pocos escrúpulos, y de que Jenny le sigue la corriente con la intención de conseguir un ventajoso contrato, pierde los estribos y amenaza de muerte a Brignon.

 

Poco después, a espaldas de Maurice, Jenny acude a una cita con Brignon en el domicilio de éste, que es asesinado ése mismo día.

 

La investigación  del crimen corre a cargo del Inspector Adjunto Antoine (Louis Jouvet)…

 

 

 

Versión: VO + subtítulos españoles y franceses integrados

Formato: .mkv

Calidad: DVDrip

Tamaño: 2.24 GB

 

En legítima defensa

 

 


 

 

Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y un poco de rollo de mi cosecha

 

Los comentarios que siguen los copié (literalmente) de un  cuadernillo incluido en el estuche de un DVD que hace años saqué en préstamo de una Biblioteca Municipal, de modo que no se trata, ni mucho menos,  de “rollos de mi cosecha”.

 

El mismo texto acompañaba el post de esta misma película que puse en el Foro Cine Club Clásico, de grata memoria. En aquella ocasión el archivo era un DVDrip (.avi) de 1.07 GB, y en eso hemos salido ganando ahora: también DVDrip, pero en formato .mkv y 2.24 GB

 

Los comentarios, que una vez más acompañan al post, son estos:

 

Tras un paro forzoso de algo más de tres años después de la realización de su anterior película (“El cuervo”, 1943), Henri-Georges Clouzot regresó al cine francés con un “thriller” estupendamente construido: “Quai des orfèvres” (En legítima defensa).

 

Personajes perfectamente definidos, argumentos casi perfectos y una excelente fotografía, suelen ser la “marca de fábrica” de Clouzot. Y ello queda patente sin duda en “Quai des orfèvres”.

 

Aunque el argumento central es relativamente sencillo –un inocente es acusado de un crimen que no ha cometido, pero que tenía intenciones de cometer-, gracias a unos magníficos intérpretes se eleva muy por encima de lo previsible.

 

La acción fluctúa entre el fascinante mundo del “music hall” y la aburrida rutina de la vida doméstica diaria, contraste que enfatiza el optimismo y el pesimismo que, alternativamente, invaden la pantalla.

El personaje de Jenny Lamour nos conduce de la mano por el mundo del “music hall” francés de la década de 1940 (para muchos la única forma de diversión en una época de gran penuria). Pero la contagiosa alegría de vivir de Jenny esconde una inseguridad que la empuja a establecer relaciones con libidinosos viejos indeseables que puedan asegurarle el ascenso en su carrera, y esta actitud es un caldo de cultivo para la paranoia de celos de su marido, lo que le da a éste motivos más que suficientes para desear la muerte de Brignon.

 

Y cuando todo comienza a torcerse y el propio Maurice se convierte en víctima de un policía aparentemente corrupto y malintencionado, nada es lo que parece y aquí es donde la maestría del director para la intriga y el suspense se hace más evidente.

Para la mayoría de directores de thrillers policiacos, el foco de interés se coloca demasiado a menudo en el argumento, dejando a los personajes relegados a mero papel de comparsas que ayudan a que progrese la narración. Esto nunca sucede en las películas de Clouzot: sus personajes son en sí mismos el argumento, y sus pensamientos, sus aspiraciones y sus ansiedades constituyen la parte esencial del “espectáculo”, como queda patente sin ningún género de dudas en sus dos obras maestras: “El salario del miedo” (1953) y “Las diabólicas” (1955), que le colocan codo a codo con el otro gran maestro de la intriga y el suspense: Alfred Hitchcock.

 

Esta fue la tercera ocasión en que Clouzot contó con Suzy Delair, por entonces su compañera sentimental, como protagonista. Las dos anteriores fueron en la época en la que el director era jefe de guionistas en la Continental Films (la compañía creada por Goebbels en 1942, durante la ocupación alemana de Francia). Aunque en la primera, “El último de los seis”, en la que compartió protagonismo con Pierre Fresnay, Clouzot sólo firmaba el guión, cuando se decidió a ponerse tras la cámara en “El asesino vive en el 21”, la pareja protagonista también la formaban Suzy Delair y Pierre Fresnay.

 

En esta tercera ocasión en la que la pareja director-actriz formaron equipo (casi cuatro años después y apaciguado ya el algo más que rifirrafe organizado a causa de “El cuervo”), el protagonismo del reparto se lo llevaba el policía encarnado por Louis Jouvet, sin embargo la presencia en pantalla es muy superior en el caso de la pareja formada por el matrimonio Marguerite-Jenny y Maurice, a quienes daban vida Suzy Delair y Bernard Blier.

Además de mostrarnos brillantemente el ambiente del “music hall” parisino, Clouzot nos presenta uno de los primeros personajes lésbicos tratados con dignidad en la pantalla, Dora (Simone Renant), la fotógrafa que no duda un momento en afrontar los mayores riesgos para proteger a Jenny, objeto de sus deseos.

 

 

Henri-Georges Clouzot

 

Nacido en Francia en 1907, comenzó su carrera como guionista. Entre sus primeros trabajos se encuentra el guion que escribió en 1932  para una curiosa producción: “Niebla”, que contó con dos versiones una francesa y otra española; esta última dirigida por Benito Perojo con actores españoles.

 

Sus dos primeras experiencias como director fueron compartidas y rodadas ambas en 1933: la primera fue “Su alteza la vendedora” (codirigida con Karl Hartl), y la segunda “Todo por el amor” (ésta codirigida con Joe May).

 

Sin embargo, la que es considerada como su “ópera prima” es “El asesino vive en el 21”, de 1942. Su segunda película en solitario, “El cuervo” (Le Corbeau), de 1943, cuenta con la curiosa “distinción” de haber sido prohibida tanto por los nazis como por la Resistencia francesa.

En 1947, con “Quai des orfèvres” (En legítima defensa), obtuvo el premio al mejor director en el Festival Internacional de Venecia.

 

No consiguió pleno reconocimiento en su país, sin embargo, hasta 1949, cuando dirigió “Manon”, una adaptación de la famosa obra del Abate Prévost “La historia de Manon Lescaut y del Caballero Dégrieux”, actualizándola hasta los tiempos de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, y con la que obtuvo el León de Oro del Festival de Venecia.

 

En 1953, con “El salario del miedo” obtuvo definitivamente reconocimiento internacional y ganó el Gran Premio del Festival de Cannes. Esta película supuso el inicio de su supuesta rivalidad con Alfred Hitchcock por el título de “Maestro del Suspense”. De hecho a Clouzot se le conoce como el Hitchcock francés. (*)

 

Dos años más tarde, en 1955, Clouzot rodó la que se considera indiscutiblemente su obra cumbre: “Las diabólicas”, protagonizada por Simone Signoret y Vera Clouzot, con quien estuvo casado desde 1950 hasta 1960, año del fallecimiento de la actriz.

 

En 1956, con “El misterio Picasso” obtuvo el Premio Especial del Jurado del Festival de Cannes. Y ese mismo año, en el Festival de San Sebastián, logró el premio al mejor guión compartido con Christian Jaque, que también era director de la película, por “Si tous les gars du monde” (T.K.X. no contesta).

 

(*) Aunque es sabido que entre ambos directores había un cierto “pique”, sobre todo por parte de Hitchcock, a cuenta de que éste no pudo hacerse con los derechos sobre “El Salario del miedo” ni sobre “Las diabólicas”. En ambos casos los autores de las novelas en las que se basan las películas (Georges Arnaud, la primera, y el tándem Pierre Boileau y Thomas Narcejac, la segunda)  prefirieron que ambos filmes fueran rodados por un director francés. Sin embargo, posteriormente Boileau y Narcejac escribieron especialmente para Hitchcock “De entre los muertos”, que dio origen a Vértigo”, que en España se tituló –con esa absurda manía de “traducir” algunos títulos– precisamente “De entre los muertos”.




 

 

 



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