Los atracadores (1962)
Título original: Los atracadores
País: España
Director: Francisco Rovira Beleta
Guion: Francisco Rovira Beleta, Manuel María Saló. Novela: Tomás Salvador
Intérpretes: Pierre Brice, Manuel Gil, Julián Mateos, Agnès Spaak, Enrique Guitart, María Asquerino, Sonia Bruno, Rosa Fúster, Carlos Miguel Solá, Camino Delgado, Gustavo Re, Joaquín Ferré
Música: Francisco Martínez Tudó
Fotografía: Aurelio G. Larraya
Productora: P.E.F.S.A.
Año de producción: 1962
Duración: 01:48:13
Género: Intriga, Drama, Cine negro, Crimen
Sinopsis:
Vidal (Pierre Brice) y sus amigos Ramón (Manuel Gil) y Carmelo (Julián Mateos), son unos pequeños delincuentes que se divierten asaltando farmacias. Al robar la recaudación de un cine cometen su primer asesinato y entonces, ya no podrán detener una carrera criminal que terminará trágicamente.
Versión: Española
Formato: .mkv
Calidad: BRRip 1080p
Resolución: 1920x1080 (4.11 GB)
Tamaño: 4.11 GB
Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y (no siempre) un poco de rollo de mi cosecha
Basada en la novela de igual título original de Tomás Salvador, “Los atracadores” representó oficialmente a España en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Uno de sus protagonistas, Julián Mateos, obtuvo el premio al mejor actor concedido por el Sindicato Nacional del Espectáculo, y la película ganó el Premio Sant Jordi como mejor película española.
Como en otras ocasiones, prescindo en este post de poneros la cabeza como un bombo con las curiosidades, cotilleos y rollos de mi cosecha; me parece más práctico hacer justicia a esta buena muestra de cine negro español con dos comentarios publicados en Filmaffinity que os dejo a continuación.
Hasta otra.
17 de mayo de 2011
Nueva incursión de Rovira Beleta en el género negro tras sus anteriores “Hay un Camino a la Derecha” y “El Expreso de Andalucía”; como ocurría sobre todo en la primera, la perspectiva empleada es la de cierto análisis social, buscando en él los orígenes del fenómeno criminal, en esta ocasión encarnado por tres jóvenes de diferentes clases sociales, y por eso mismo, con distintas motivaciones para emprender sus andanzas delictivas.
Así, el personaje apodado "El Señorito", es de familia acomodada,
hijo de un jurista, y él mismo estudiante de derecho; es el poco afecto
paterno, unido a las infidelidades que el joven advierte, el detonante (un
tanto caprichoso, ciertamente) de una inclinación por el delito, que es
emprendido como un reto o una rebeldía. Por el contrario, "El
Compare" es un chico de orígenes muy humildes, marcado por el desarraigo
familiar, la vida en la calle, y la fascinación por el poder que confieren las
armas. Por último, Ramón, representa a la clase trabajadora hastiada por la
dureza del trabajo fabril, que unida a la poca recompensa que reporta, aproxima
al joven al mundo del delito. El periplo delictivo de estos tres jóvenes sigue
un marcado crescendo en violencia y dramatismo, pues partiendo de cierto
gamberrismo, pasa a pequeños atracos, desembocando después en el crimen, y por
último en el castigo, ya sea la muerte o el presidio.
Formalmente es una película muy conseguida, con una estupenda fotografía en blanco y negro, que busca arriesgados contrastes lumínicos, y algunos encuadres originales, sorprendentes en el cine español. La violencia es captada con toda crudeza, tanto cuando es repentina como cuando se desarrolla lentamente (notables secuencias finales, censuradas aquí y en el extranjero). Con buenas localizaciones de Barcelona y correctas interpretaciones en general, destacando la de Julián Mateos como "El Compare", fantástica, los mayores inconvenientes de la cinta provienen de un guion que deja cabos sueltos o poco desarrollados (el comienzo de la relación entre los protagonistas, torpe y apresurado; la "historia de amor" entre "El Señorito" e Isabel, bastante forzada, etc). También los diálogos resultan a veces increíbles y excesivamente rebuscados o literarios, al igual que el tono moralizante que preside el juicio y la actitud del padre de "El Señorito".
Pese a ello el filme es siempre interesante, está bien rodado, y no rehuye
temas escabrosos e incómodos, como la violencia, la infidelidad matrimonial, la
violación sexual y la pena de muerte, circunstancia poco habitual en el cine
español de la época, y que hace muy recomendable su visionado. Por último
mencionar que a lo largo del metraje se rinde homenaje a otras películas
clásicas del género, como “Chicago, años treinta” de Ray (alabada por
los protagonistas) o “Atraco Perfecto”, de Kubrik (en el cartel de un Cine). Quatermain80
(Filmaffinity)
4 de octubre de 2012
Los atracadores es una película importante, que se impone a sus evidentes defectos, fruto “d'un temps, d'un país”, como diría Raimon. En primer lugar, es un alegato contra la pena de muerte en pleno franquismo, sigiloso y cauto, pero alegato al fin y al cabo, como demuestra la escena final, rodada como si se tratara de un documental, sólo que muestra la ejecución a garrote vil de uno de los atracadores. A los escalofríos que produce la secuencia contribuye la muy verosímil interpretación de Julián Mateos, en el papel que le catapultó al estrellato (bueno, en la medida que él lo permitió). En segundo lugar, trata otros temas tabú, como la infidelidad de un hombre casado, con mantenida y todo, la delincuencia en una España perfecta, las relaciones extramatrimoniales, todo ello con cierta moralina y continuas concesiones al Régimen imperante, pero Madame la Censura era difícil de engañar. Y en tercer lugar, Rovira Beleta filma con un pleno dominio de la cámara, de los claroscuros, y de las posibilidades de una ciudad que, en el recuerdo de los que llevábamos pantalón corto en esos años, siempre será en blanco y negro, triste, lóbrega y atemorizante. En conjunto, un pequeño clásico. Eduardo (Filmaffinity)








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