Hay un camino a la derecha (1953)
Título original: Hay un camino a la derecha
País: España
Director: Francisco Rovira-Beleta
Guion: Francisco Rovira-Beleta, Manuel María Saló Vilanova
Intérpretes: Francisco Rabal, Julia Martínez, Manolo García, Antonio Bofarull, Isabel de Castro, Carlos Otero
Música: Francisco Martínez Tudó
Fotografía: Salvador Torres Garriga
Productora: Titán Films
Año de producción: 1953
Duración: 01:21:28
Género: Cine negro, Drama, Crimen
Sinopsis:
Miguel (Francisco Rabal) es un marinero que es despedido a la llegada de su barco al puerto de Barcelona, ciudad donde vive junto a su mujer, Inés (Julia Martínez), y su hijo Víctor (Manolo García).
Nota: Según Rovira-Beleta (*) el final feliz «no fue debido a la censura sino al productor. Ese final es un pastiche. La película acaba con el entierro y empieza con el despido de Rabal como marinero del barco. Todo lo otro está añadido por el productor [...] Manuel Saló (el co-guionista) se puso como una fiera porque no quería ese final».
(*) Carlos Benpar en su libro: “Rovira-Beleta. El cine y el cineasta”.
Versión: Española
Formato: .mkv
Calidad: WEBrip 1080
Resolución: 1480x1080
Tamaño: 3.53 GB
Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y (no siempre) un poco de rollo de mi cosecha
Dejar constancia de que ambos actores protagonistas, Julia (Julita) Martínez y Francisco (Paco) Rabal, fueron premiados con la Concha de Plata a la mejor actriz y al mejor actor en la primera edición, en 1953, del Festival Internacional de Cine de San Sebastián que por entonces se llamaba Semana Internacional de Cine de San Sebastián.
Y en esta ocasión poco de mi cosecha, curiosidades o cotilleos; sólo uno de los varios comentarios que he encontrado en Filmaffinity sobre la película, y que os dejo a continuación.
RABAL EN EL RAVAL
20 de marzo de 2011
En su tiempo (un ahora lejano 1953) uno de los mayores éxitos de público y crítica del cine español, y hoy prácticamente olvidada y desconocida, "Hay un camino a la derecha", de Rovira Beleta, ejemplifica la desmemoria existente en nuestro país acerca de toda una corriente de cine social y negro que tuvo su momento de esplendor entre 1950 y mediados de los 60. De hecho, y aparte de títulos como "Brigada Criminal" de Iquino, la extraordinaria “Los Peces Rojos” de Nieves Conde, o la no menos buena "A tiro limpio" de Pérez-Dolz (quien oficia de ayudante de dirección en el presente filme), no he visto más películas correspondientes a este género y época, si bien en ello tiene algo que ver mi edad.
La película describe la caída en desgracia de un marinero, Miguel, que sin
trabajo y con una mujer y un hijo que alimentar, irá deslizándose
paulatinamente hacia el desánimo, la amargura, y finalmente el delito. Así, el
género del filme es una mezcla entre cierto documentalismo social de corte
neorrealista y la temática negra o criminal (en cierto modo, algo similar a lo
que se apuntaba en “Surcos”, de Nieves Conde), lográndose un acertado retrato de
ambientes y personajes populares de la Barcelona de la época. Las localizaciones
tienen así una importancia mayúscula, reduciéndose al puerto y los barrios del
Raval y Somorrostro, todos ellos magníficamente captados por una cámara
frecuentemente elevada, que filma desde los balcones amplias panorámicas de las
callejuelas bulliciosas (en el Raval), o documenta el ajetreo del puerto y la
miseria de las chabolas (en Somorrostro). También debe destacarse el hábil
empleo que hace Rovira Beleta de la escalera interior de la casa que habitan
los protagonistas, presentada así como lugar de encuentro entre todos los
personajes y realidades del barrio. De este modo, bajo el envoltorio de un
drama criminal, asoma un eficaz análisis de ciertas zonas y colectivos de
Barcelona, que lejos de presentarse bajo el estigma del delito, aparecen
retratados con naturalidad y cierto rigor documental.
Con una estructura clásica, en la que un breve prólogo acompañado de una voz en off da paso a un larguísimo flashback (prácticamente todo el metraje), el filme avanza eficazmente, ganando en oscuridad al tiempo que crece la desesperación de su protagonista, bien interpretado por Francisco Rabal, que acaba enredándose en las andanzas delictivas propias de toda ciudad portuaria, como son el robo de mercancías o el contrabando. Las mujeres tienen un peso importante en la película, pese a su subordinación característica, pues encarnan casi todos los valores positivos (la entrega, el amor, la abnegación), y literalmente, salvan al protagonista
Concluyendo, una película muy interesante, tan solo lastrada por ciertas
alusiones reiterativas acerca de la familia y por los excesivamente prolijos y
poco creíbles diálogos entre los esposos, circunstancia que no empaña el
resultado global, y que anima a seguir explorando en busca de nuevos títulos de
similar factura e intención. Quatermain80
(Filmaffinity)






Comentarios
Publicar un comentario