Edipo Rey / Edipo, el hijo de la fortuna (1967)
Título original: Edipo Re
País: Italia
Director: Pier Paolo Pasolini
Guion: Pier Paolo Pasolini. Obra: Sófocles
Intérpretes: Silvana Mangano, Franco Citti, Alida Valli, Carmelo Bene, Ahmed Belhachmi, Julian Beck, Luciano Bartoli, Pier Paolo Pasolini, Laura Betti, Ninetto Davoli, Giandomenico Davoli, Francesco Leonetti, Isabel Ruth
Fotografía: Giuseppe Ruzzolini
Productora: Coproducción Italia-Marruecos; Arco Film Roma, Somafis
Año de producción: 1967
Duración: 01:39:32 / 01:44:00
Género: Drama, Antigua Grecia
Grupos: Adaptaciones de Sófcles
Sinopsis:
En Italia, en la época anterior a la guerra, una joven pareja, Layo y Yocasta (Luciano Bartolli y Silvana Mangano) acaba de tener un hijo. El padre, lejos de estar contento con el nacimiento, siente celos del niño… Ahora la historia retrocede a la antigua Grecia y vemos cómo el pequeño es abandonado en el desierto para que muera. Sin embargo el niño no muere; es rescatado por los reyes de Corinto que le crían y educan como si fuese su propio hijo y le dan el nombre de Edipo.
Cuando Edipo (Franco Citti) crece, un oráculo le anuncia que su destino será matar a su padre y casarse con su madre. Horrorizado huye y en su huida se encuentra con un hombre al que, tras una discusión, mata.
Versión: Dual + subts. españoles
Formato: .avi
Calidad: DVDrip
Resolución: 425x226
Tamaño: 900.2 MB
Versión: VO + subts. españoles
Formato: .mp4
Calidad: BRrip
Resolución: 1920x1040
Tamaño: 1.99 GB
Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y (no siempre) un poco de rollo de mi cosecha
Esta fue la primera de las películas del ciclo que Pasolini dedicó a los “Mitos”, que también incluye “Teorema”, “Pocilga” y “Medea”.
Está basada en la obra del mismo título de Sófocles, quien sin embargo no es mencionado en los títulos de crédito.
Franco Citti (Edipo) era cinco años más joven que Silvana Mangano (Yocasta) y once años mayor que Luciano Bartoli (Layo)
(Continuación del post de “Las brujas”)
A propósito de sus, a menudo, controvertidas declaraciones, Pier Paolo Pasolini siempre estuvo en el ojo del huracán.
Como cuando, en contra de todas las organizaciones de izquierdas, que apoyaban las revueltas estudiantiles del año 1969, calificándolas de “lucha civil del proletariado contra el sistema”, Pasolini manifestó públicamente su apoyo a los policías, tal como se ha indicado anteriormente.
O cuando criticaba abiertamente el consumismo impuesto por el poder político y económico que a su juicio estaba acabando a marchas forzadas con la tradicional cultura campesina, algo que “ni siquiera el fascismo había conseguido”, proceso que definió como “la scomparsa delle lucciole” (-la desaparición de las luciérnagas-).
Estaba especialmente sensibilizado con lo que denominaba el “subproletariado”, que retrató certeramente en “Accattone”, y hacia el que se sentía unido humana y artísticamente.
Se opuso abiertamente a la globalización económica y a la dominación cultural de las regiones del norte de Italia sobre las demás regiones, especialmente las del sur y luchó con denuedo contra la desaparición de los distintos dialectos italianos, en especial el friulano, la lengua que había aprendido en su niñez. También se manifestó contrario, a pesar de sus fuertes convicciones de izquierdas, a la liberalización del aborto.
Con su compromiso político, civil y artístico Pasolini tuvo como objetivo principal el de denunciar la homologación cultural a que se sometía a los italianos. Tal compromiso provocó, ante todo, una difusa hostilidad hacia él, la cual reveló también el obscurantismo de aquellos que siempre intentaron obstaculizarle.
CONTINÚA EN EL POST DE “Teorema”
“Me han detenido, procesado, perseguido, linchado durante casi dos décadas. Todo eso un joven no puede saberlo... Puede que yo haya tenido la suficiente dignidad como para esconder la angustia de uno que durante años y años esperaba cada día la llegada de una citación del tribunal, y mirar a los quioscos con el pánico de leer en los periódicos atroces noticias escandalosas acerca de su persona” (Pier Paolo Pasolini)
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