Los jueves, milagro (1957)


 

Título original: Los jueves, milagro / Arrivederci Dimas

País: España

Director: Luis García Berlanga

Guion: Luis García Berlanga, José Luis Colina (Argumento: Luis García Berlanga)

Música: franco Ferrara

Fotografía: Francisco Sempere (B&W)

Productora: Co-produccion España-Italia; Ariel P.C, Domiziana Internazionale Cinematografica

Intérpretes: José Isbert, Richard Basehart, Paolo Stoppa, Alberto Romea, Juan Calvo, José Luis López Vázquez, Félix Fernández, Manuel Alexandre, Mariano Ozores, Félix Briones, Guadalupe Muñoz Sampedro, Julia Delgado Caro

Año de producción: 1957

Duración: 01:23:11

Género: Comedia, Fantástico, Sátira, Vida rural, Religión

  

Sinopsis:

Los habitantes de Fontecilla, un pequeño pueblo español que vivió tiempos mejores, son conscientes de que a menos que las virtudes medicinales de su otrora famoso balneario sean capaces de volver a atraer a tantos visitantes como antaño se verán condenados a sobrevivir a duras penas.

Consciente del problema que afronta Fontecilla, su alcalde (Juan Calvo), de acuerdo con las fuerzas vivas de la localidad: Don Ramón (Alberto Romea), dueño del balneario, el maestro (Paolo Stoppa), el médico (Manuel de Juan), el farmacéutico (Félix Fernández),  y don José (José Isbert), un acaudalado propietario, deciden, siguiendo el ejemplo de Lourdes y Fátima, “organizar” la aparición de un santo que revitalice la fama del pueblo.

El extraordinario parecido de Don José con una imagen de San Dimas, el buen ladrón, patrón del pueblo, será el motor de la farsa que ayude al pueblo a recuperar el esplendor perdido.

 

Versión: Versión original española

Formato: .avi

Calidad: DVDRip

Tamaño: 1.28 GB

Los jueves, milagro





Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y un poco de rollo de mi cosecha

La primera etapa de la filmografía de Berlanga, a la que pertenece esta película, se caracteriza por la acusada influencia de René Clair, Frank Capra y del neorrealismo italiano. Es ésta una de las comedias más logradas del realizador, pese a los problemas que tuvo con la censura y las constantes injerencias de distintas organizaciones religiosas que sufrió durante el rodaje. La obra está impregnada de ironía, ternura, crítica aguda y humor negro. A pesar de todo lo cual su estreno constituyó un fracaso de taquilla.


Pero hagamos un poco de historia (¡cuidado!, sin pasarnos).


Parece que la idea de la película surgió de unas supuestas apariciones (*) de la Virgen, unos años antes, en un pueblo de la provincia de Castellón.

(*) El risco de La Morería, en Les Coves de Vinromà, es un sitio impresionante, una magnífica atalaya sobre el río de las Cuevas y gran parte de los paisajes circundantes, que tiene fuertes connotaciones históricas y culturales desde los primeros pobladores. Testigos de su paso son las pinturas rupestres en uno de los abrigos del risco y los restos de viviendas de los moriscos, de donde le viene el nombre popular.

Pero sobre todo, La Morería ha quedado en la memoria colectiva por el llamado Milagro de Les Coves en la Cueva de la Campana.

 

La Cueva de la Campana o del “Miracle”

Dicen las crónicas que en esta cueva, a finales de 1947, se le apareció la Virgen a una niña de 10 años, llamada Raquel, y le dijo que volvería el 1 de diciembre y que, como señal, convertiría el día en noche a las 3 de la tarde, y habría más milagros. 

La noticia que se quería mantener en secreto, corrió como la pólvora, difundiéndose por todas las comarcas y creando la ilusión colectiva de curaciones como ya se decía que había en otros lugares santos, como Lourdes o Fátima. La víspera de la fecha prevista acudieron gentes de todas partes, a pie y en todo tipo de vehículos, en una romería que según cuentan congregó a unas 300.000 personas.

Devotos, enfermos y acompañantes llenaron los alrededores, acampando y amontonándose por las vertientes dela montaña y las orillas del río, esperando con ansiedad la aparición milagrosa, mientras la niña rezaba al pie de la Cueva. Muchos fueron los que bebieron el agua del río creyéndola milagrosa; un agua proveniente de desagües y donde también la gente se bañaba y curaba las heridas.

Pero a la hora prevista no ocurrió nada de nada, más que un frío espantoso, y ante la desesperanza y frustración de los miles de personas y lo que pudieran provocar, se dio orden a la Guardia Civil para que prohibiera el acceso a la Cueva de la Campana. Con todo esto parece que el verdadero milagro fue que no pasara ninguna desgracia, ni se propagara ninguna epidemia.

Aunque aquél día en La Morería no hubo ningún hecho extraordinario, se empezaron a difundir presuntos milagros. Decía el ABC el 2 de diciembre: Los fenómenos anunciados repetidamente por la citada niña días pasados no se han producido. Se asegura que han ocurridovarios fenómenos de curación aparente, que están bajo control de varios médicos dirigidos por el Jefe Provincial de Sanidad. Dichos fenómenos han sido: un ciego que ha recuperado la vista, un enfermo de tuberculosis ósea que se siente bien y un mudo que habla. Días después fueron desmentidos por la prensa, pero durante meses mucha gente seguía acudiendo al pie de la cueva esperando curación.

La Iglesia dijo que todo eran imaginaciones de la niña, influenciada seguramente por haber visto la película "La canción de Bernadette" basada en el milagro de Lourdes, pero el caso es que después del incidente Raquel y su familia desparecieron del pueblo y durante años la localidad fue conocida como Les Coves de Vinromansos, por una historia que aún está muy viva entre la población covarxina.  

En este enlace podéis leer el relato, un tanto ingenuo, ilustrado con fotografías, de estos hechos: El "Miracle" de Les Coves.

Y en este otro: El Miracle de Les Coves el mismo relato, también con fotografías, pero más pormenorizado y... contando el desenlace de la historia.

 





El guion estaba terminado, y el final previsto por Berlanga era el de Mauro, personaje interpretado por Manuel Alexandre, de rodillas esperando un milagro que no iba a producirse. Pero antes de comenzar el rodaje, Ángel Martínez, productor que había contratado a Berlanga, vendió la productora a una empresa vinculada con el Opus Dei. Tanto el Opus como la propia censura franquista consideraron este final inaceptable.

Se suprimieron y añadieron escenas, se contrató a otro director (Jorge Grau) para rodar escenas adicionales, en el momento del doblaje se cambiaron diálogos, etc., etc.

Berlanga sólo pudo comenzar el rodaje con la condición de “aceptar” las sugerencias de un fraile dominico, el Padre Garau, a quien el propio director describe como “encantador y simpatiquísimo aunque, claro, había sido designado por la censura y para quien solicitó que “el reverendo Padre Garau figurase en los títulos de crédito junto a los del propio Berlanga y José Luis Colina, ambos autores del guion.

El rodaje, que comenzó el 25 de junio de 1956, se prolongó hasta primeros de octubre del mismo año aunque posteriormente, por orden de la Dirección General de Cinematografía, se rodaron nuevas secuencias entre marzo y octubre de 1957. Los exteriores se rodaron en Alhama de Aragón y en Bubierca, dos pueblos de la provincia de Zaragoza.


La película se estrenó el 2 de febrero de 1959 en el cine Capitol de Madrid. Pocos días antes, el 13 de enero, se había estrenado en el cine Kursaal de Barcelona. En Madrid apenas aguantó en cartel diez días. Con solo 236 espectadores y una recaudación en taquilla de 9.075 pesetas está considerado el mayor fracaso de Berlanga. ¡Injusticias de la vida! ¡Cuánto bodrio infinitamente peor, español y extranjero, antes y ahora, tienen muchísima más suerte!

El rocambolesco desarrollo del proyecto tuvo como colofón el descubrimiento por la Filmoteca Nacional de dos versiones distintas y acabadas de la película.


Esto escribió dyonisos en  Filmaffinity el 11 de junio de 2005:

Dos películas en una

Película esquizofrénica, que parece haber sido dirigida por dos directores distintos. La primera parte (hasta la aparición de Richard Basehart) es distintivamente berlanguiana, con el genial Pepe Isbert en un entrañable papel a su medida.

Corrosiva hasta la médula, pone en solfa las fuerzas vivas de la España franquista de provincias, en los años previos al desarrollismo (el maestro, el boticario, el alcalde y el empresario, entre otros).

A partir de que Isbert abandona el protagonismo, el guion se desliza hacia una muy previsible fábula moral, con un final blando e indigno del arranque. No obstante, no está nada claro hasta qué punto su declive tiene o no que ver con la presión de la censura, hasta el punto de que, al parecer, en la Filmoteca Nacional constan dos versiones de la cinta perfectamente acabadas. Merece la pena, pero no es ni mucho tan redonda como otros títulos de Berlanga.




Y esta es la crítica de Taylor en Filmaffinity el 9 de diciembre de 2010:

Milagroso

Más allá de todo lo que me indigna y me fastidia de “Los jueves, milagro” (y con ello quiero referirme a los parches, a los remiendos, a las trampas en el guion y -sobre todo- a ese patético desenlace impuesto por el Opus Dei y las autoridades franquistas) lo que realmente me parece milagroso es que, a día de hoy, una peli tan agraviada, maltratada y ultrajada como ésta siga destilando ese maravilloso espíritu crítico, cínico y mordaz gracias al cual Don Luís García Berlanga ha sido considerado por muchos, y no sin razón, como el mejor cineasta español de todos los tiempos.

Precisamente por ello, permitidme que perpetre -a través de esta peli y no de cualquier otra- mi más sincero y particular homenaje a Berlanga. Entre otras cosas porque -aunque las tiene mejores- hay que ser bueno, muy bueno, para seguir transmitiendo todo lo que logra transmitir Don Luís (crítica social, crítica religiosa, humor negro, neorrealismo a la ibérica incluso…) con tanto fascista tocando los cojones.

Así pues, siete merecidas estrellitas para una peli mucho menos conocida que  Bienvenido Mr. Marshall”, Plácido”,   Calabucho El verdugopero que, en todo caso, constata a la perfección que cuando tras las cámaras hay talento y ante ellas, buenos actores (Isbert y Alexandre están tremendos), por muchos palos a las ruedas que a uno le pongan, cualquier milagro es posible.



La cueva de La Campana



Comentarios