Eduardo Manostijeras (1990)
Ficha Técnica:
Título original: Edward Scissorhands
Año: 1990
País: Estados Unidos
Género: Fantástico / Drama
Dirección: Tim Burton
Fotografía: Stefan Czapsky
Música: Danny Elfman
Guion: Caroline Thompson
Productora: 20th Century Fox. Productor: Tim Burton
Duración: 105 minutos
Reparto: Johnny Depp, Winona Ryder, Dianne Wiest, Anthony Michael Hall, Alan Arkin, Kathy Baker, Vincent Price, Caroline Aaron, Robert Oliveri
Sinopsis:
Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, dejando al joven con cuchillas en lugar de dedos. (FILMAFFINITY)
Premios:
1990: Nominada al Oscar: Mejor maquillaje
1990: Globos de Oro: Nominada a Mejor actor comedia o musical (Johnny Depp)
1990: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor fotografía
1990: Asociación de Críticos de Los Angeles: Nominada a Mejor actriz sec. (Wiest)
1991: Premios BAFTA: Mejor diseño de producción. 4 nominaciones
1990: Asociación de Críticos de Chicago: Nom. a Mejor actriz secundaria (Wiest)
Idioma: Dual inglés y castellano con subs en inglés y español (muxed)
Formato: MKV (BDRip)
Tamaño: 5’27 GB (Archivo dividido en dos partes con WinRar)
Breve comentario
by yo
Cuarto
largometraje del director Tim Burton, filme
que
marcaría
el comienzo de una fructífera relación profesional entre el
director y el actor principal, Johnny Depp, es,
además, otra brillante muestra de la extensa colaboración con el
compositor Danny Elfman, que ha firmado la música de la mayor parte
de las películas de Burton desde 1985, cabe
destacar también que la inclusión en el reparto del veterano actor
de películas de terror Vincent Price, no fue una casualidad sino un
homenaje del propio Burton al que había sido su ídolo durante años,
curiosamente,
fue también la última película de Price, que murió en 1993.
No
hay duda que Tim Burton es un director que no deja indiferente a
nadie, "Eduardo Manostijeras" es sin
duda una de sus mejores películas, un
cuento de hadas macabro, a lo Burton, donde el "patito feo"
del cuento haría correr de miedo a Jack el Destripador, Eduardo
Manostijeras es un símbolo del propio Burton: alguien lo bastante
diferente como para no poder ser uno más entre la plebe, un “freak”
cuyas visibles diferencias provocan simultáneamente el rechazo y la
fascinación, es precisamente aquello que le diferencia de todos los
demás lo mismo que le permite ser quien es, y de ahí la eterna
contradicción del personaje, que sólo puede redimirse en el amor,
una historia de amor naïf, desgarradoramente humana, y de
indisimulado y atrevido romanticismo. El personaje de Eduardo está
magníficamente interpretado por un Johnny Depp en estado de gracia,
Depp está sublime, se hace dueño y señor de un personaje muy
complicado que apenas habla durante el film, el lenguaje corporal es
el que Depp utiliza para expresar todo lo que siente, no hace falta
más, Burton había dibujado al personaje en su adolescencia y tuvo a
Depp en mente para interpretarlo desde el primer momento, el actor
sufría lo suyo durante el rodaje, llegando incluso a desmayarse
debido al calor y al peso de su vestuario de cuero.
Una deliciosa fábula envuelta en un halo sombrío expresionista donde la puesta en escena es factor esencial, magnífica, donde los escenarios proyectados por el brillante diseño de producción de Bo Welch funcionan a modo de forjar sensaciones contrapuestas, con un poderío estético-visual muy expresivo, con una extraordinaria fotografía del germano Stefan Czapsky, con las geometrías irregulares del castillo (potenciadas por las figuras que esculpe en los arbustos, en los peinados y en el hielo Eduardo), con sus escaleras, lugar decrépito oscuro, con sus techos oblicuos que sus ventanales reflejan sombras aterradoras y que desde una colina domina la ciudad de modo tétrico, frente a él una urbanización residencial, todo cuadriculado, simétrico, todo falto de elemento diferencial, hogares color pastel, en sentido de cuasi-casa de muñecas, todas iguales con su jardín, todo rutinario, como la imagen de todos los hombres saliendo al unísono para coger sus vehículos para ir a trabajar, todo moldeado en lo convencional, en una vida superficial e inane, y en este choque de mundos opuestos es donde surge lo más rancio de la naturaleza humana, su miedo y rechazo a lo que se sale de lo “normal”, tendiendo incluso a denigrarlos cual pájaros de mal agüero, y en esto lo que queda patente es nuestra propia cruel hipocresía, nuestra propia mediocridad, pero el director sabe dejar un halo de esperanza, ensalzando el amor puro, el que surge de los sentimientos de ternura, alejado de lo físico, loando la imaginación, la desigualdad, la solidaridad, glorificando la capacidad de buscar nuestro sitio en el mundo, reflexionando con ternura en las ansias del ser humano en dejar de estar solo.
Todo esto está adornado por la lírica y mágica música de Danny Elfman, con unos coros celestiales que estremecen por su calado, todo ello provocado por una orquesta de 79 músicos, adaptándose de modo cutáneo al relato, siendo indivisible de la narración. Un tierno y mágico poema de amor eterno, dividido en dos tonos claramente diferenciables: por un lado una música muy irónica para tiranizar a la escrupulosa sociedad que hay en el film… y por otro, piezas líricas y extremadamente evocadoras que describen el romance de los protagonistas, mediante unas melodías sublimes que parecen venidas de otro mundo, una música intensa, elegante, refinada, bella, dramática y muy, muy explicativa de la película, una obra maestra. Al final del post la podéis descargar si os apetece.
Hay películas que logran abrir la puerta del corazón, entrar en cada rincón y remover cada parte de tu ser, al acabar ya no eres el mismo, te ha dejado una bonita lección, esta película es una de ellas, sin duda te hace ser mejor persona, te hace reflexionar sobre la sociedad actual y te hace soñar con un mundo diferente. Un clásico imperecedero del séptimo Arte, un cuento de hadas fabuloso, un placer para los cinco sentidos.
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