Kapò (1960)

 

Título original: Kapò

País: Italia

Director: Gillo Pontecorvo

Guion: Franco Solinas, Gillo Pontecorvo

Intérpretes: Susan Strasberg, Laurent Terzieff, Emmanuelle Riva, Didi Perego, Gianni Garko, Paola Pitagora, Graziella Galvani, Mira Dinulovic, Semka Sokolovic-Bertok, Dirjana Dojic, Sima Janicijevic

Música: Carlo Rustichelli

Fotografía: Goffredo Bellisario

Productora: Coproducción Italia-Francia-Yugoslavia; Cineriz, Vides Cinematografica, Zabra Films, Francinex, Lovcen Film

Año de producción: 1960

Duración: 01:51:54

Género: Drama, Holocausto, II Guerra Mundial

 

Sinopsis:

 

El film, cuenta la historia de Edith (Susan Strasberg), una adolescente judía residente en París donde es apresada y trasladada, junto con sus padres, a un campo de exterminio alemán. En la pesadilla en la que de pronto se ve sumergida es testigo de la muerte de sus padres pero el espíritu de supervivencia la empuja a aceptar la estratagema de un médico del campo (Sima Janicijevic), también judío, que la convence para adoptar la identidad de una joven recientemente fallecida. De este modo Edith se convierte en Nicole, deja de ser una prisionera judía, al menos en los papeles, y logra sobrevivir a los primeros días en Auschwitz, desde donde es trasladada posteriormente a otro campo de concentración en Polonia.

 

Dándose cuenta de que, por encima de todo, se trata de sobrevivir, cede a las insinuaciones de un oficial alemán y consigue con ello ciertos privilegios; el más importante es ser nombrada “kapò”, y deberá encargarse de mantener la disciplina entre las demás prisioneras.

 

Pasado un tiempo es trasladado al campo un grupo de prisioneros de guerra entre los cuales se encuentra Sascha (Laurent Terzieff) un  soldado ruso.

 

Versión: Dual

Formato: .avi

Calidad: TVrip

Tamaño: 1.48 GB

 

Kapò Dual (.avi) 1.48 GB

 

 

 

 

Versión: VO + Subts. españoles integrados

Formato: .mkv

Calidad: DVDrip

Tamaño: 1.36 GB

 

Kapò  VOSE (.mkv) 1.36 GB

 

 

 

 

 

Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y (no siempre) un poco de rollo de mi cosecha

 

Pontecorvo y su coguionista, Franco Solinas, comenzaron a escribir el guion tras haber leído “Se questo è un uomo” (*) (Si esto es un  hombre), la novela autobiográfica de Primo Levi. Pero el proceso de escritura no resultó fácil en absoluto. Pronto surgieron diferencias serias sobre el enfoque que debería dársele a la historia. La idea de Solinas de introducir una historia de amor, chocaba de frente con Pontecorvo, que era partidario de centrarse en el sufrimiento y la deshumanización que la vida en el campo de concentración suponía para los allí encerrados. Igualmente el final pensado por Pontecorvo difería absolutamente del ideado por su compañero. De todos modos finalmente se impuso la opinión del productor, Franco Cristaldi, decidido partidario de las ideas de Franco Solinas.

 

(*) “Si esto es un hombre” es un relato escrito por Primo Levi en el que se cuenta la experiencia propia del autor durante su cautiverio en el campo de exterminio nazi de Auschwitz durante la II Guerra Mundial.

 

La primera edición, con una tirada de 2000 ejemplares, pasó inadvertida hasta que, habiendo alcanzado Primo Levi mayor popularidad tras la publicación de su obra “La tregua”, la editorial Einaudi reeditó “Si esto es un hombre” que rápidamente se convirtió en uno de los mayores testimonios sobre el Holocausto.

 

Donde sí prevaleció la opinión del director fue en la elección de la actriz protagonista que, tras haber visto en Broadway la interpretación de Susan Strasberg en “El diario de Ana Frank” tuvo claro que ella y no otra era la intérprete adecuada (se contempló seriamente la opción de Claudia Cardinale, una bellísima y extraordinaria actriz, por entonces esposa de Franco Cristaldi, pero afortunadamente se optó por el sentido común…).

 

 

“Directa, dura y desesperanzada” (Crítica de Juan Marey en Filmaffinity)

 

“Kapò” define a la perfección el cine de Gillo Pontecorvo, un cine de compromiso militante, de mirar a la realidad cara a cara y sin esconder las preferencias ideológicas, pero sin dejar de lado un interés notable por alcanzar las grandes plateas, incluso al precio de contradecir a los sectores más puristas del cine internacional de los tiempos en que el italiano era uno de los grandes del cine de denuncia, la década de los años sesenta. Claramente izquierdista se adentraba en los recovecos de la desgracia fascista, no dejando indiferente absolutamente a nadie. Susan Strasberg le sirve aquí para hablar de los kapò, denominados como “policía judía”, presos que vigilaban a los demás presos a cambio de mejor trato, poniendo sobre la mesa cuestiones que aún no se habían planteado en el cine que trató el tema del Holocausto judío y los campos de concentración.

El interés principal del filme radica en ser uno de los primeros que abordó abiertamente el horror de los campos de concentración, mostrando particularmente la situación de las mujeres, y en que analiza con gran crudeza la adaptación psicológica de la joven Edith a una realidad terrible. La película es también una reflexión acerca del colaboracionismo y de las circunstancias que conducen al mismo, en este caso la mera supervivencia y la terrible convicción de que ésta prevalece sobre la dignidad. El filme se beneficia de un estupendo guion, unas creíbles interpretaciones y de una notable ambientación, que transmite eficazmente la dureza de los campos. Todo ello, bien amalgamado por el director, da como resultado una película directa, dura y desesperanzada.

Susan Strasberg, merece un elogio especial. Además de ser muy bella, esta actriz neoyorkina (1938-1999) que no llegó por muy poco a conocer el siglo XXI, era una estupenda intérprete de obras dramáticas. Su rostro era de una seducción impresionante y en esta película, que quizás sea la mejor de toda su carrera, realizó una actuación que queda relevantemente para la historia. Ella era pequeña y delgada, pero enamoraba por su enorme carisma, tanto haciendo de digna, como de indigna o de indignada.

Una buena película, una película tremenda, cruda, convincente, trágica y hasta en ocasiones repugnante. Todo un testimonio de lo que somos los seres humanos o en qué nos podemos convertir cuando nos vemos inmersos en una situación límite de sufrimiento, de humillación, de deshumanización.

Juan Marey