Dulce pájaro de juventud (1962)

Ficha Técnica:

Título original: Sweet Bird of Youth
Año: 1962
País: Estados Unidos
Género: Drama
Dirección: Richard Brooks
Fotografía: Milton R. Krasner
Música: Robert Armbruster
Guion: Richard Brooks (Novela: Tennessee Williams)
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Duración: 120 minutos
Reparto: Paul Newman, Geraldine Page, Ed Begley, Shirley Knight, Rip Torn, Madeleine Sherwood, Ed Begley, Mildred Dunnock

Sinopsis:

Un fracasado aspirante a actor regresa a su ciudad natal convertido en el gigoló de una estrella en declive que promete introducirlo en el mundo del cine. Pero lo que realmente desea es recuperar el amor de su antigua novia, la hija del cacique local. (FILMAFFINITY)

Premios:

1962: Oscar: Secundario (Begley). Nominada a Actriz (Page) y Secundaria (Knight).
1962: Globo de Oro: Actriz (Page). Nominada a Actor, Secundario y Secundaria.
1962: Premios BAFTA: Nominada Mejor actriz extranjera (Geraldine Page)
1962: Premios David di Donatello: Mejor actriz extranjera (Geraldine Page)

Versión Original (HD)

Idioma: Inglés con subs en inglés y español (muxed)

Formato: MKV (BDRip)

Tamaño: 3’6 GB (Arcchivo dividido en dos partes con WinRar)

Versión en dual (HD) - Por cortesía de nuestro amigo Sanseroni

Idioma: Inglés y Español

Formato: MKV (BDRip)

Tamaño: 2,47 GB

Breve comentario

by yo

“Dulce pájaro de juventud” permanece hoy en día como una de las más representativas de entre las numerosas adaptaciones cinematográficas de las obras del dramaturgo norteamericano Tennessee Williams. Estrenada en el Teatro Martin Beck de Nueva York en 1959, bajo de dirección de Elia Kazan, tres años más tarde fue el realizador Richard Brooks el responsable de adaptar y dirigir la pieza teatral en la pantalla, una película que adquiere un carácter algo distinto respecto a la obra de teatro, en base a un guion que se vio obligado a suavizar algunos aspectos del texto original para poder sortear los códigos morales de la industria cinematográfica, a pesar de estos cambios la película mantiene la esencia perturbadora y los sucesivos pliegues sentimentales que envuelven la obra de Tennessee Williams.

Toda la atmósfera enrarecida y asfixiante, perturbadora y desasosegante, propia de la obra de Williams se despliega en ese rincón del mundo en el que es imposible vivir si no es bailando siempre la música que interpreta el terrateniente y político dueño de la comarca, un déspota que jamás tiene reparos para someter a todos los que le rodean. Un relato embestido de infelicidad, de nostalgia por lo que se quiere y no se puede, todo enmarcado en un mundo mezquino, clasista, alienante, vengativo, donde campa a sus anchas la demagogia, donde en la fachada se predica blanco y por detrás vemos que hay gris, con seres arrogantes, prepotentes, violentos, con abusos de poder, todo ello con un desarrollo con diálogos sustanciosos, ricos, punzantes, con ingeniosos dobles sentidos, donde se hace un retrato ácido del Sueño Americano.

Los interpretes están inconmensurables: Paul Newman brillante, Ed Begley excelente como el Jefe Finley, atroz versión del cacique de pueblo, y sobre todo Geraldine Page como Alexandra del Lago en una interpretación memorable como su personaje. Desde un primer momento Paul Newman estuvo involucrado en el proyecto cinematográfico, tras haber interpretado a Chance sobre los escenarios en Broadway, los productores mantuvieron también a parte del elenco original -Rip Torn, Madeleine Sherwood-, pero la principal duda se planteó respecto a quién interpretaría en la pantalla a la actriz principal, Geraldine Page, considerada una de las mejores actrices de la escena americana, había estrenado la obra con Newman, y realizado una magnifica interpretación el año anterior en el largometraje “Verano y humo” (1961), basado en otra de las obras de Tennessee Williams, en principio se pensó en una actriz con una mayor proyección cinematográfica, y la productora barajó varias actrices para un papel arriesgado, pero cargado de matices -Curiosamente, Ava Gardner rechazó interpretar este personaje, tal vez por tener demasiadas similitudes con su propia vida-, finalmente se decidió que Geraldine Page mantuviese el papel, logrando tal vez la interpretación más recordada de su carrera.

Una gran película que hereda todas las virtudes que el teatro le puede aportar al cine y en general al arte dramático, una obra muy humana, llena de virtuosismo en sus diálogos, llegando incluso a estremecernos porque nos habla cara a cara de nuestros sueños y ambiciones fallidas. Todo un vibrante reflejo en la pantalla del universo de Tennessee Williams.