El coloso en llamas (1974)
Ficha Técnica:
Título original: The Towering Inferno
Año: 1974
País: Estados Unidos
Género: Acción, Drama
Dirección: John Guillermin, Irwin Allen
Fotografía: Joseph Biroc, Fred Koenekamp
Música: John Williams
Guion: Stirling Silliphant
Productora: 20th Century Fox, Warner Bros., United Films
Duración: 165 minutos
Reparto: Paul Newman, Steve McQueen, William Holden, Faye Dunaway, Fred Astaire, Richard Chamberlain, Jennifer Jones, Robert Wagner, Susan Blakely, O.J. Simpson, Robert Vaughn
Sinopsis:
Las autoridades y los personajes más importantes de San Francisco se encuentran en la fiesta de inauguración de un nuevo rascacielos de 138 plantas. Mientras los invitados disfrutan de la fiesta, que se celebra en el último piso del edificio, un suceso fortuito desencadena la tragedia: un cortocircuito en un cuarto trastero del piso 81 provoca un incendio que comienza a expandirse a gran velocidad. (FILMAFFINITY)
Premios:
- 1974: 3 Oscar: Mejor fotografía, canción, montaje. 8 nominaciones
- 1974: Globos de Oro: Mejor actor sec. (Astaire) y nueva promesa fem. (Flannery). 5 nom.
- 1975: Premios BAFTA: Mejor actor secundario (Astaire) y mejor Música. 4 nominaciones
- 1974: Premios David di Donatello: Mejor film extranjero
Idioma: Inglés con subs en español (srt)
Formato: MP4 (BRRip 1080p)
Tamaño: 2’7 GB (Archivo dividido en dos partes con Winrar)
Breve comentario
by yo
Segunda película del género de catástrofes del productor Irwin Allen que gracias a su anterior éxito, “La aventura del Poseidón” (1972) logró el respaldo financiero de dos grandes productoras cinematográficas como la Twentieth Century Fox y Warner Bros para rodar esta más que entretenida película y consolidarse como el artífice máximo de cine de catástrofes a lo largo de la década de los años 70. Paul Newman y Steve McQueen habían coincidido en “Marcado por el odio”, esa obra maestra que Robert Wise rodó en 1956, con el segundo en un papel insignificante, y casi irreconocible, mucho cambiaron las cosas desde esa película hasta el rodaje de “El coloso en llamas” en la que ambos actores, ya estrellas, volvieron a coincidir, y Newman tuvo que someterse ante las exigencias de McQueen, que en ese momento era su máximo rival en el cine, McQueen exigió que al personaje que él interpretaba, se le añadieran más diálogos para evitar así quedar en un plano secundario. La película tuvo un coste de 15 millones de dólares, una auténtica animalada para la época, contó con un reparto absolutamente espectacular y un equipo técnico de primera, estos son los pilares sobre los que se sustenta este film, construido con la precisión de un arquitecto, nunca mejor dicho, y a la que el paso del tiempo no sólo no daña en lo más mínimo, sino que efectúa sobre él un proceso de rejuvenecimiento que sólo las obras atemporales poseen.
Con una muy presente banda sonora de John Williams, quien convenció a Allen de insertar música desde la primera secuencia, “El coloso en llamas” avanza a un ritmo espectacular, sin caer en subrayados y manejando los tópicos con habilidad. La labor de los montadores Harold F. Kress y Carl Kress —padre e hijo, el primero con un currículum impresionante— fue galardonada con un más que merecido Oscar; hacen avanzar con sumo interés un relato que, a tenor de lo visto en muchas de las películas del género, podría haber caído de lleno en el aburrimiento, pero ambos, siguiendo las órdenes de Allen, consiguen el tempo interno perfecto en las secuencias más emocionantes, que son innumerables.
La producción requirió la construcción de un buen número de decorados, que fueron posteriormente destruidos mediante el uso del fuego, en las brillantes y extraordinarias secuencias de acción filmadas por la unidad dirigida por Allen, quien siempre estuvo preocupado por dar verosimilitud y seguridad de todos los actores que trabajaron en el film, evitando con ello, que estos sufrieran algún tipo de percance serio con el uso del fuego. También se recurrió al uso de maquetas detalladas y elaboradas del edificio entre otros elementos y de unos extraordinarios efectos especiales obra de L.B. Abbott, A.D. Flowers y Douglas Trumbull (este último sin acreditar en los títulos).
La película es lo que promete: un coloso, tiene un guion impecable, una nómina de actores impresionante que, como lo buenos que eran, están espléndidos. Lamentablemente ya no se hacen películas como éstas, una mezcla perfecta de suspense y cine de catástrofes pero del bueno, no como el actual, predecible de tanta repetición. Por cierto, el vestido de Faye Dunaway es el que auténticamente hace que la temperatura suba, si le hubieran echado agua encima, el fuego seguro que se hubiera extinguido antes.
Comentarios
Publicar un comentario