Secretos de un matrimonio (1974)
Ficha Técnica:
Título original: Scener ur ett äktenskap (The Criterion Collection)
Año: 1974
País: Suecia
Género: Drama
Dirección: Ingmar Bergman
Fotografía: Sven Nykvist
Guion: Ingmar Bergman
Productora: Cinematograph AB
Duración: 170 minutos
Reparto: Liv Ullmann, Erland Josephson, Bibi Andersson, Jan Malmsjö, Anita Wall, Gunnel Lindblom
Sinopsis:
El matrimonio formado por Johan, profesor de psicología, y Marianne, abogada, recibe una noche en su casa la visita de sus amigos Peter y Katerina. Al poco tiempo, los invitados empiezan una fuerte discusión en la que los anfitriones intentan mediar sin éxito alguno. Cuando se quedan solos, Johan y Marianne empiezan a hablar de su matrimonio y de sus problemas. (FILMAFFINITY)
Premios:
1975: Premios BAFTA: Nominada a Mejor actriz (Liv Ullman)
1974: Globo de Oro: Mejor película extranjera. Nominada a Mejor actriz (Liv Ullman)
1974: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actriz (Ullman) y mejor guión. 5 nominaciones
1974: Premios David di Donatello: Mejor actriz extranjera (Liv Ullman)
1974: Asociación de Críticos Norteamericanos (NBR). 1 nominación
Idioma: Sueco con subs en español (srt)
Formato: MP4 (1080p BRRip)
Tamaño: 2’7 GB (Archivo dividido en dos partes con WinRar)
Breve comentario
by yo
Adaptación al cine de la serie televisiva homónima creada por el director sueco Ingmar Bergman, quien guioniza y dirige la película, una historia que deconstruye con acidez la (sagrada) institución del matrimonio, todo ello mediante una realización austera, cuasi-teatral en su ascetismo (incluso la película se divide en actos, son seis con título), sin música, con una cámara granulada de Sven Nykvist (rodando en 16 mm) a mano (en muchos momentos con vibraciones para exponer el nerviosismo imperante), enfatizando asfixiantes primeros planos donde su expresividad desborda la pantalla en un grandioso duelo actoral, donde también proliferan las tomas ininterrumpidas que dan fluidez y aumentan el dramatismo seco del metraje. La obra de Bergman se basa en sus propias experiencias, incluida su relación con Ullmann, sus infelices y finalmente disueltos matrimonios con Käbi Laretei y Gun Hagberg, y en el matrimonio de sus padres. Después de transmitirse inicialmente en la televisión sueca, transformó la serie para el cine en un drama de 2 horas y 50 minutos, uno de los dramas intimistas más intensos que se hayan rodado.
La película consta de varios capítulos y en ellos vemos la evolución de las relaciones de una pareja, con cada etapa emocional de ambos bien marcada, somos partícipes de la intimidad de ese matrimonio burgués desde nuestra privilegiada posición de “voyeurs”, como si espiáramos detrás de la puerta de su dormitorio. 170 minutos de imperfecto amor, de miedos, de celos, de sexo conyugal y de sexo animal, de silencios, de susurros, de deseos ocultos… de la vida misma, vamos, es casi como mirar por una ventana a los vecinos y entrar en su intimidad, enterarnos de lo que ocultan tras su apariencia de pareja modélica y curiosear en sus conflictos de cama, y también a ratos es como verse uno mismo retratado con un realismo y una nitidez que dan miedo. No descubre nada que no supiéramos pero sí nos lo suelta a la cara con brutal sinceridad, la rutina mata el amor sí o sí, y la mayoría de los conflictos de pareja vienen del sexo, uno que quiere, otro que no, que intenta escaquearse o consiente con desgana, que lo usa como castigo o como premio, que lo dosifica para obtener pequeñas compensaciones… No me extraña que Woody Allen sea un gran admirador de Bergman y que beba directamente de sus fuentes en cuanto a su filosofía sobre el amor y el matrimonio.
Uno de los mejores films del Bergman de los setenta, un retrato apasionado, íntegro y honesto del matrimonio, su desintegración y la relación que le sigue. Pocas películas retratan de forma tan lúcida las relaciones humanas, o al menos las relaciones de pareja. No es un film complaciente, no hay moralina posible, no está dirigido al intelecto sino al corazón. Es, meramente, un trozo de vida, de vida en pareja, que se nos presenta con toda su crudeza, no hay ni vencedores ni vencidos, ni buenos, ni malos. Un auténtico y valiente ejercicio de veracidad y honestidad.
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