Llamad a cualquier puerta (1949)
Ficha Técnica:
Título original: Knock on Any Door
Año: 1949
País: Estados Unidos
Género: Cine negro, drama
Dirección: Nicholas Ray
Fotografía: Burnett Guffey (B&W)
Música: George Antheil
Guion: Daniel Taradash & John Monks Jr.
Productora: Columbia Pictures
Duración: 100 minutos
Reparto: Humphrey Bogart, John Derek, George Macready, Allene Roberts, Mickey Knox, Jimmy Conlin, Susan Perry, Dewey Martin
Sinopsis:
Un prestigioso abogado liberal, surgido de los barrios bajos y la pobreza, asume la defensa de un joven delincuente acusado de asesinar a un policía. (FILMAFFINITY)
Idioma: Inglés con subs en español, inglés, francés y portugués (muxed)
Formato: MKV (1080p BRRip)
Tamaño: 1’2 GB
Breve comentario
by yo
Primer título de la corta serie de producciones que financiaría la compañía independiente Santana (nombre del barco de Cayo Largo) bajo el mando del propio Bogart, al que se sumaría para la ocasión a Nicholas Ray, película que supondría además el antecedente y germen de otra de las grandes de Nicholas Ray, “Rebelde sin Causa”. El “leit motiv” del film es un juicio muy a la americana, con un criminal que presuntamente no es criminal pero que igual si lo es.
La
película es una especie de fábula sobre un individuo (“Niño
bonito” Romano) que se ve sumido en una espiral de criminalidad y
autodestrucción desde que en su más temprana e inocente
adolescencia su padre muere en prisión dejando a la familia sin
recursos, y que al ser acusado del asesinato de un policía recurre a
un abogado que siempre lo ha defendido, abogado encarnado por el
siempre magnético Humphrey Bogart, fantástico en su interpretación
de este íntegro e idealista abogado.
Que
pena, penita, pena, pero la verdad es que ya no se hacen películas
como ésta, porque ya no hay actores como Bogart, porque los
ambientes no son como se nos muestran, porque es difícil conseguir
ver en una pantalla atmósferas nubladas por el humo de los cigarros
y porque el diseño de producción es muy distinto al que fue. El
tono de la película es dramático y el desarrollo posee esa
sensación de fatalidad inevitable que acompaña a todo el buen cine
negro, pero lo que realmente la sobredimensiona es el personaje de
Bogart, una vez más el “alma” del film pese a no ser el
protagonista real de la historia, un actor capaz por sí solo de
multiplicar el interés de un argumento.
Todo
un clásico del cine jurídico, con un discurso poderoso, un guion
sólido y unos actores y una dirección impecables, y que concluye
con un inolvidable alegato de Bogart en un plano de casi ocho minutos
de duración “Mientras no arrasemos los suburbios y los
reedifiquemos, llamad a cualquier puerta... Y os abrirá... Nick
Romano”.
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