El confidente (1973)
Ficha Técnica:
Título original: The Friends of Eddie Coyle (The Criterion Collection)
Año: 1973
País: Estados Unidos
Género: Thriller, Drama, crimen
Dirección: Peter Yates
Fotografía: Victor J. Kemper
Música: Dave Grusin
Guion: Paul Monash (Novela: George V. Higgins)
Productora: Paramount Pictures
Duración: 102 minutos
Reparto: Robert Mitchum, Peter Boyle, Richard Jordan, Steven Keats, Alex Rocco, Mitchell Ryan, Joe Santos.
Sinopsis:
Eddie “Fingers” Coyle (Robert Mitchum), un hombre que se dedica a suministrar armas de todo tipo a los delincuentes de los bajos fondos de Boston, pretende conseguir el apoyo de la policía, delatando los planes de sus clientes. (FILMAFFINITY)
Idioma: Inglés con subs en español (srt)
Formato: MP4 (BRRip)
Tamaño: 1’64 GB
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Breve comentario
by yo
Una descripción muy realista de criminales con la policía como buenos colaboradores en hacer tratos con ellos. En su trama está la policía mencionada, los traficantes de armas y los atracadores de bancos de turno, pero apenas hay dos o tres disparos y un par de muertos, lo imprescindible para un film en el que, sobre todo, se habla mucho y bien. En “El confidente” no hay héroes ni grandes villanos, ni grandes gestos de cara a la galería, sólo unos personajes que se buscan la vida como pueden. En “El confidente” todo es creíble, todo es auténtico, los bares, las calles desangeladas del extrarradio bostoniano, el rostro cansado y los andares pesados de un perfecto Robert Mitchum, un patético traficante de armas que se ve obligado a convertirse en chivato de la policía para evitar ir a la cárcel y que acaba siendo manipulado y traicionado por todos, un tipo que ni es el más listo, ni es el más duro, un hombre corriente con una esposa de su edad y un par de críos, que se dedica a esto como podría haber sido conserje de un colegio, clase baja criminal sin mayores aspiraciones que sobrevivir.
El
film tiene un carácter
desapasionado y frío, el conjunto de los hechos narrados aparece
ante los espectadores completamente desdramatizado, ese matiz
dramático no lo aporta ni la realización de Yates ni el guion,
es la interpretación de Mitchum y el bagaje cinematográfico del
espectador quienes se encargan de ello, basta
con echar un vistazo a ese rostro, sus cansados gestos, para que los
espectadores deduzcan naturalmente el carácter del personaje.
Formalmente el filme también resulta frío, lo que no es negativo,
sino una opción estilística, destaca la minuciosidad con que se
ruedan los atracos, recurriendo el director a un complejo montaje que
analiza cada detalle, gesto y movimiento con brillantez. La
ambientación muestra cierta dualidad, así las conversaciones o
encuentros entre los personajes tienen lugar bien a plena luz del día
en espacios públicos, bien en interiores de cierta sordidez,
pobremente iluminados, de
hecho, casi todas las secuencias nocturnas adquieren un carácter
tenebrista, por lo que el espectador más que ver, intuye lo que
pasa, guiado solamente por rostros fugazmente iluminados, es
una
ambientación feísta,
marginal, moviéndonos por los suburbios de una gran ciudad, por
“baretos”, parkings, billares, parques mugrientos, casas de las
periferias, calles desoladas, donde los cielos están siempre grises,
no parece haber sol, y por las noches artificiosas luces de neón,
predominado las tonalidades gélidas y adornado por melodías
jazzísticas de Dave Grusin.
Robert Mitchum está impresionante como de costumbre y es poseedor de las líneas de dialogo más contundentes, fatalistas y cortantes de toda la película, Peter Boyle tres cuartos de lo mismo como el otro confidente cuyos métodos de trabajo están en las antípodas del personaje que encarna Mitchum, y siguiendo muy de cerca a estos, Steven Keats como ese resabiado traficante al que se la cuelan hasta la empuñadura, en cuanto al resto del reparto, pues eso, un grupo de buenos actores que sin despeinarse hacen creíbles a los personajes que encarnan. Magníficas interpretaciones realzadas por la contención dramática del filme, la sensación que se nos transmite es la de un mundo de apariencias y falsedades en el que ningún personaje sabe a qué atenerse en relación con los demás. .
Una muy buena película, excelentemente ambientada, muy bien interpretada y dialogada, un film absolutamente crudo y desolador, y que podría opositar sin problemas a ser uno de los policíacos más austeros de la historia del cine
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