El candidato (1972)
Ficha Técnica:
Título original: The Candidate
Año: 1972
País: Estados Unidos
Género: Drama. Política.
Dirección: Michael Ritchie
Fotografía: Victor J. Kemper, John Korty
Música: John Rubinstein
Guion: Jeremy Larner
Productora: Warner Bros.
Duración: 110 minutos
Reparto: Robert Redford, Peter Boyle, Melvyn Douglas, Don Porter, Allen Garfield, Karen Carlson, Barry Sullivan
Sinopsis:
Cuando, en 1972, Richard Nixon está a punto de ser reelegido, otro candidato está empezando a aprender que lo único que cuenta en el mundo de la política es alcanzar el poder. Es un joven abogado idealista que se permite decir lo que piensa, ya que sabe que no tiene ninguna posibilidad de ser elegido. (FILMAFFINITY)
Premios:
Idioma: Inglés con subs en inglés dentro del MKV y español (srt)
Formato: MKV (WEB-DL)
Tamaño: 3’20 GB
Breve comentario
by yo
Aunque el nombre de Michael Ritchie no suele asociarse a la denominada generación de la televisión, concepto en el que se encuadra a la serie de realizadores que procedentes del mundo de la pequeña pantalla dieron el salto al cine (Lumet, Penn, Frankenheimer...), su perfil coincide con ese retrato generacional, durante los primeros 15 años su carrera se desenvuelve en el medio televisivo, trabajando en episodios de diferentes series, hasta que en 1969 accede a la dirección de su primer largometraje para el cine, “El descenso de la muerte”, que supone su encuentro con Robert Redford, curiosamente Ritchie terminaría su carrera en el mundo de la televisión, lugar en el que se refugió cuando ésta languidecía tras una serie de títulos anodinos para la gran pantalla. Tras esa primera oportunidad con “El descenso de la muerte”, la relación con Robert Redford se prolongaría en su siguiente proyecto, ”El candidato” (The candidate), parece ser que Redford se decidió a producir una película sobre el proceso electoral mientras observaba las convenciones políticas de 1968 y cómo las campañas se habían convertido en un circo, en un desfile televisivo y social para recaudar fondos, en un show programado, agresivo, rozando la estupidez a veces e incluso mezquino en su forma, pero anodino y carente de profundidad en su fondo. Para ello, Redford como productor echó mano del guionista Jeremy Larner, un redactor de los discursos de Eugene McCarthy en su candidatura presidencial de 1968, Larner, que había acabado desilusionado por la campaña y había escrito un libro sobre ello, Nobody Knows (Nadie lo sabe), consiguió plasmar convincentemente los entresijos y las tinieblas del entramado de negociaciones y concesiones que conlleva una campaña electoral a la hora de colocar en el sillón al candidato, Larner ganaría el Óscar al mejor guion.
La película muestra una inconfundible estética de su década —tanto en la caracterización de los actores, como en el tipo de luz y de montaje—, aunque en este caso, esto no constituye ninguna rémora, ya que el estilo, muy fragmentado y parecido al del reportaje, se adecúa perfectamente a la historia. Se trata de una aguda crítica social magníficamente compuesta, su puesta en escena, ágil y directa, atropellada incluso en imágenes cuando es necesario, casi fea en ocasiones, inflexible, la convierte en una mirada cruda y realista, comprometida e inquietante, deudora o hermana del gran documental, del que bebe tanto en lo conceptual como en lo físico, aportando secuencias en 16 mm o la improvisada cámara en mano.
Sin duda uno de los aspectos más destacados —incluso los miembros de la Academia se dieron cuenta— es el guion que, con muy breves y certeros trazos, nos informa de las estrategias de campaña, de la relación del protagonista con su mujer, su padre, sus colaboradores, sus antiguos colegas… Redford realiza aquí una de sus mejores interpretaciones, y el hecho de que se encuentre en el cenit de su belleza física beneficia a la película, ya que también nos habla del poder de la imagen en la política, le acompaña el siempre perfecto Peter Boyle (el inolvidable monstruo de "El jovencito Frankenstein") que, en su papel caricaturesco de jefe de campaña es el tipo que mueve todos los hilos. También aparecen en este magnífico reparto Melvyn Douglas, Don Porter, Allen Garfield, Karen Carlson... e incluso Natalie Wood en un pequeño papel.
Una estupenda película, toda una mordaz sátira política, que hoy, en esta etapa de la historia donde la imagen y la primera impresión lo son todo, suena tan actual como lo fue durante su estreno en los años setenta, porque la política moderna se reduce a eso: eslóganes simplones, colorines, luces, gestos... es puro espectáculo, simple marketing, las ideas vienen después, si es que vienen porque lo más normal es que ni haya ideas, hay más improvisación que planificación. Lo ideal sería que primase ante todo, el programa, es decir el proyecto, el planteamiento de soluciones a los conflictos y problemas sociales de toda índole, que es lo que importa, pero por desgracia lo ideal raramente se plasma en la realidad.
¡Programa, programa, programa...! ¿De qué me suena a mí esto?
ResponderEliminarMuchas gracias, como siempre, Cary Juant, por tus aportes y tus comentarios que ayudan a contextualizarlos.
Saludos cordiales.
Gracias a ti Paco. Un abrazo
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