Muerte de un ciclista (1955)

 


Título original: Muerte de un ciclista

País: España

Director: Juan Antonio Bardem

Guion: Juan Antonio Bardem

Música: Isidro B. Maiztegui

Fotografía: Alfredo Fraile (B&W)

Productora: Co-production España-Italia; Trionfalcine, Guion Producciones Cinematográficas

Intérpretes: Lucía Bosé, Alberto Closas, Bruna Corrá, Carlos Casaravilla, Otello Toso, Alicia Romay, Julia Delgado Caro, Matilde Muñoz Sampedro, Mercedes Albert, José Sepúlveda, José Prada, Fernando Sancho, Manuel Alexandre, Jacinto San Emeterio, Manuel Arbó, Emilio Alonso, Margarita Espinosa, Rufino Inglés, Antonio Casas, Manuel Guitián, Elisa Méndez, José María Rodríguez, Carmen Castellanos, José María Gavilán, José Navarro, Gracita Montes

Año de producción: 1955

Duración: 01:20:43

Género: Cine negro, Drama, Crimen, Drama Psicológico, Melodrama, Drama Romántico

Sinopsis:

Juan (Alberto Closas) es un profesor de universidad que debe su puesto a la influencia de su cuñado; María José (Lucía Bosé) es una burguesa de clase alta, casada por interés con Miguel (Otello Toso).

 

 

 

 

 

 

 

 

Juan y Lucía son amantes y al regreso de una de sus citas clandestinas, en una carretera solitaria, su coche golpea a un ciclista. Por temor a que su relación sea descubierta huyen, abandonando al ciclista herido que muere poco después.


Rafa (Carlos Casaravilla), alguien de su círculo de amistades, lanza constantes indirectas dando a entender que sabe más de lo que aparenta y amenaza con ponerlo en conocimiento de Miguel.

 

Versión: Versión original española

Formato: .avi

Calidad: DVDRip

Tamaño: 1.37 GB

Muerte de un ciclista

 

Curiosidades varias, algunos cotilleos (de vez en cuando) y un poco de rollo de mi cosecha

 Premios

1955: Festival de Cannes: Premio de la Crítica Internacional (FIPRESCI) (*)

1955: Sindicato Nacional del Espectáculo: Premio a la mejor película.

(*) Para que veáis la calidad de las películas presentadas a concurso en Cannes aquel año, de un total de treinta y tres se encontraban, además de “Muerte de un ciclista”, entre otras:

Conspiración de silencio” (Bad Day at Black Rock), de John Sturges

 “Carmen Jones”, de Otto Preminger

Una gran familia” (Bolshaya semya), de Iosif Kheifits

Continente perdido” (Continente perduto), de Leonardo Bonzi, Enrico Gras y Giorgio Moser

La angustia de vivir” (The Country Girl), de George Seaton

Stella”, de Michael Cacoyannis

Rififí”(Du rififi chez les hommes), de Jules Dassin

 “Al Este del Edén ” (East of Eden), de Elia Kazan

Vivir un gran amor” (The End of the Affair), de Edward Dmytryk

Los amantes crucificados” (Chikamatsu Monogatari), de Kenji Mizoguchi

 “El oro de Nápoles” (L’oro di Napoli), de Vittorio de Sica

El niño y el unicornio” (A Kid for Two Farthings), de Carol Reed

La Princesa Sen”, (Sen-Hime), de Keigo Kimura

El Rey Loco” (Ludwig II: Glanz und Ende eines Königs), de Helmut Käutner

Marcelino pan y vino”, de Ladislao Vajda

Marty”, de Delbert Mann

El signo de Venus” (Il segno di Venere), de Dino Risi

Raíces”, de Benito Alazraki.

 

 Juan Antonio Bardem

Hijo de Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro, Juan Antonio Bardem nació en Madrid el 2 de junio de 1922.

Aunque es hijo de actores no se vincula con la profesión de sus padres hasta que, tras haber terminado la carrera de ingeniero agrónomo, se matricula en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC) formando parte de la primera promoción, si bien no logró titularse al suspender la práctica de fin de carrera.

Compañero de estudios de Luis García Berlanga, ambos dirigen la que sería su primera película: “Esa pareja feliz” y juntos, en colaboración con Miguel Mihura en los diálogos, escriben el guion de Bienvenido, Mr.Marshall”, que dirige Berlanga.

 



Su primera película dirigida en solitario es “Cómicos”, un sentido homenaje al mundo del teatro y a sus gentes. A este rodaje le sigue el de “Felices Pascuas”, con el que logra gran éxito popular. Sin embargo, el reconocimiento internacional le llega cuando “Muerte de un ciclista” es premiada en el Festival de Cannes.

Su siguiente película, Calle Mayor”, basada en “La Señorita de Trevélez”, de Carlos Arniches, se presenta en Venecia y junto con “La travesía de París” (Claude Autant-Lara), “Gervaise” (René Clément), “La calle de la vergüenza” (Kenji Mizoguchi), “Más poderoso que la vida” (Nicholas Ray), “Calabuch” (Luis García Berlanga) y “El arpa Birmana” (Kon Ichikawa), es una seria candidata al León de Oro que ese año es declarado desierto. Sin embargo la película gana el premio FIPRESCI.

Tras estos dos grandes éxitos llega el fracaso comercial de “La venganza” (1957) y “Sonatas” (1959), adaptación de dos de las “Sonatas” de Valle-Inclán. Sus tres siguientes trabajos: “A las cinco de la tarde” (1960), “Los inocentes” (1962) y “[url=http://cineclasicoclub.creatuforo.com/nunca-pasa-nada-1963-tema11255.html]Nunca pasa nada[/url] (1963), de indudable calidad y más intimistas tampoco alcanzan el éxito de “Muerte de un ciclista” y  Calle Mayor”.

Tras esta etapa, obligado por los continuos inconvenientes del régimen, debido a su militancia en el PCE, para poder llevar a cabo su obra, realiza un cine más claramente comercial: “Los pianos mecánicos” (1965), “El último día de la guerra” (1970), “La isla misteriosa” (1972), o al servicio de “estrellas” que quieren dar una nueva orientación a sus carreras: “Varietés” (1971), “La corrupción de Chris Miller” (1973) y “El poder del deseo” (1975).

Sus últimos trabajos cinematográficos son “El  puente” (1976), con Alfredo Landa,  Siete días de enero” (1978),  La advertencia” (1982, producido por la URSS) y “Resultado final” (1997).

Desde 1985, cuando realiza el episodio “Jarabo” de la serie televisiva “La huella del crimen”, se centra en la televisión para la que realiza las series “Lorca, muerte de un poeta” (1987) y “El joven Picasso” (1991).

Falleció en Madrid el 30 de octubre de 2002.



Y ahora las opiniones de algunos usuarios de Filmaffinity

 

Pasaba por aquí…

... y poco más que añadir... La claustrofobia de una época rancia retratada con destreza; una obra que cobra con el tiempo, y lo que le queda, su auténtico significado.

Y un director de cine, Bardem, con fama de ser técnicamente limitado (supongo que "El Puente" y pelis así, tendrán la culpa), pero que en esta cinta demuestra una preocupación y un cuidado exquisito en la composición de los planos.

Un meticuloso Bardem en consecuencia; tanto en la factura que genera un enorme clima de opresión, como en el análisis de una época que se alimentaba de miedo, nepotismo y silencios. Un autor ética y estéticamente comprometido.

El director tomó buena nota de "El Delator" de John Ford, la peli que le encaminó al cine, y plasmó esas inquietudes y esas pretensiones con la convicción del que sabe que lo que hace no lo hace por vocación únicamente, sino por obligación moral para con los demás; para consigo mismo.

Bloomsday (18 de septiembre de 2007), en  Filmaffinity





Crimen y castigo

Historia sobre el remordimiento y la culpa que arrastran Juan y María José, muy bien encarnados por Alberto Closas y Lucía Bosé, después del inquietante comienzo donde atropellan a un ciclista. Un sencillo argumento que da pie a escrutar el interior humano y sus reacciones, dejando ver cómo un acontecimiento fortuito puede remover toda una vida para terminar subrayando esa clásica moraleja de la que ya Dostoievski nos hablara con maestría: el que la hace la paga.

Con influencias del neorrealismo italiano y del cine negro estadounidense, Bardem introduce un retrato social de las consecuencias de los años del franquismo y al mismo tiempo crea un entorno asfixiante que rodea a los protagonistas hasta la tragedia.

Aunque sufriera la censura e incluso llegase a prohibirse su proyección, este trabajo conserva toda su frescura y se convirtió no sólo en un éxito internacional con su reconocimiento en Cannes, sino en uno de los clásicos imprescindibles del cine español.

Pedro (31 de agosto de 2005), en  Filmaffinity


MUERTE DE UN CICLISTA

Que este gran film de Juan Antonio Bardem es deudor de “Crónica de un amor" del maestro Antonioni, nadie lo pone en duda. Pero Bardem lo mejora: es muy superior a su predecesora. Sorprendió en Cannes en 1955 y se llevó el premio. Pese a retratar una época, puede ser muy bien una película intemporal, puesto que el detonante moral, el egoísmo de las altas burguesías sociales, y las crisis de conciencia, permanecen en el tiempo de los hombres, hoy lo mismo que ayer.

"Muerte de un ciclista" tiene ese aura de un cine que, precedido de tanta rancia y folklórica frustración en la deprimente España de posguerra, madura por primera vez y se hace adulto. El ojo de Bardem recorre ese Madrid grisáceo, de húmedos adoquinados, sus barrios empobrecidos, y esos aledaños paisajes desolados, con la misma fuerza que un entusiasta del thriller. Pero es más que eso. La película es como un documento precioso de esas interioridades arruinadas por una repugnante guerra civil, que daría larga vida a las nuevas miserias éticas de sus vencedores. Sus capas sociales son atarugadas, vomitativas (y hasta criminales inconfesas). Closas las aguanta hasta en el Noticiario Cinematográfico, y ha de contener sus náuseas. Su beatería y sus fiestas benéficas ("¡para los niños pobres, para los niños tontos!" exclama irónica y burlonamente una reaccionaria e insoportable amiga de la Bosé) son como una parábola de aquella putrefacta sociedad adinerada y, por supuesto, adicta al régimen franquista.




Alberto Closas demostró su gran categoría de actor. Su carrera (¡a la fuerza ahorcan!) tomó un rumbo equivocado al dedicarse a la comedia. A Lucía Bosé (exquisitamente doblada por Elsa Fábregas) Bardem la cuida, la mima. Está mejorada, muy superior a su etapa italiana. Guapísima y excelente como actriz. Se la tuvieron que cargar al final, no por conservadora egocéntrica y asesina, ¡sino por adúltera!. ¡Las "moralinas alcanforadas" de la censura eclesiástica no perdonaban!, aunque, en lo que respecta a la parte estatal, se despistaron un tanto con la huelga estudiantil. Carlos Casaravilla (en su mejor papel) es el Pepito Grillo perfecto, un aldabonazo necesario, aunque inútil, a la conciencia de aquellas capas pestilentes. El apogeo de miradas, de dudas, miedos y enfrentamientos, en el tiberio que se organiza en el "tablao flamenco", es electrizante, ¡genial!; una traducción definitiva de las crisis de sus personajes que, por un momento, parece que van a destrozarse los unos a los otros.


Bardem fue valiente, polémico. Y su llamada, ¡apremiante!, a que Europa se solidarizara con el buen cine que podía hacerse en nuestro país, aún nos conmueve y admira. Fue un estilista prestigioso e inolvidable. "Muerte de un ciclista" será tan eterna y perfecta como cualquier monumento indeleble al paso del tiempo.

pablo garcia del pino (19 de noviembre de 2007), en  Filmaffinity

 


 

 



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